Si sufriste o sufrís violencia de género en cualquiera de sus formas es importante que sepas todo lo que podés hacer para salir de esa situación y estar protegida.

Es importante denunciar desde un primer momento y realizar todos los pasos posteriores correspondientes.

En el momento del hecho, podés llamar al 911 o al 144 y pedir ayuda.

  • Una vez que pasó, no tardes en hacer la denuncia en la comisaría de la mujer (aquella que corresponda a donde ocurrió el hecho). Es importante que leas el registro de tu declaración para chequear que quede todo asentado, tal como lo contaste.
  • Antes o después de hacer la denuncia es aconsejable acudir a la Dirección de la Mujer/ de Género de tu partido. Ahí cuentan con profesionales preparados para poder acompañarte en todo el proceso.
  • Una vez que tengas la denuncia, podés ir a pedir medidas cautelares que te protegerán. Para eso, tenés que acercarte a la receptoría de tribunales donde se define qué juzgado se va a encargar de tu caso. (Tené siempre presente que no todas las localidades manejan el procedimiento de esta misma manera)
  • Cuando ya conozcas el juzgado que te corresponde, tenés que dirigirte ahí con tu denuncia. Tendrás una entrevista con el equipo técnico y luego te darán las medidas correspondientes.
  • Habiendo hecho lo anterior, conviene preguntar en el juzgado si debés llevar las medidas a la comisaría del agresor o si se las mandan por correo electrónico para que sea notificado.
  •  Es importante que sepas que las medidas empiezan a estar vigentes una vez que el denunciado es notificado y solo a partir de ese día empieza a correr el plazo otorgado para la protección.
  • Lo ideal es que luego busques ayuda legal. Si no podés afrontar el gasto, en el colegio de abogados podrás pedir patrocinio gratuito.

El sistema actual tiene muchas falencias que exponen a las víctimas: hay que hacer denuncias, sorteos de juzgados, pedir medidas cautelares, llevarlas luego a la comisaría y esperar a que se notifique al denunciado.  Todo esto, en un momento muy angustiante y de vulnerabilidad.

Aquí, como en todo el proceso, es de mucha importancia el acompañamiento.  El procedimiento no es siempre claro y simple; y la situación traumática en que generalmente se encuentra la mujer, hace que se vuelva difícil llevar todo a cabo.

En cada municipio los pasos pueden variar un poco, por lo que es aconsejable, como dijimos anteriormente, que te pongas en contacto con la oficina encargada de violencia de género del partido en que vivís.

Siempre, pero siempre, sabé que valés mucho. Sostené la certeza de que merecés ser feliz.  Nadie tiene derecho a tratarte mal o pegarte.

El amor NO DUELE, que no intenten hacerte creer lo contrario.