Una situación critica que sucede en el ámbito laboral conmociona a un equipo de trabajo, desencadena una serie de acciones y decisiones que pueden ser abrumadoras para los que la deben llevar a cabo. Es esencial manejar múltiples aspectos para minimizar los riesgos personales y grupales.

Los responsables de liderar en estos momentos suelen dejar en suspenso sus propias emocione para poder tomar decisiones efectivas. Sin embargo, una vez que la situación está bajo control, es común que se enfrenten a sus propias emociones. Dependiendo de su cercanía a lo sucedido, pueden experimentar una variedad de sentimientos como dolor, angustia, tristeza, ira e impotencia. Aprender a gestionar estas emociones se vuelve prioritario, solo es posible cuidar de los demás si primero se cuida uno mismo..

Además de los protocolos corporativos diseñados para abordar estas situaciones, es crucial humanizar la escucha, la atención y el tiempo necesario para que cada individuo pueda procesar lo ocurrido.

Aquí algunos pasos clave:

            1.         Priorizar el Autocuidado: Los líderes deben primero asegurarse de estar emocional y mentalmente preparados para manejar la crisis. Buscar apoyo externo puede ser necesario para procesar sus propias emociones antes de asistir a otros.

            2.         Evaluar la Situación: Comprender el alcance de lo sucedido y su impacto en el equipo es esencial. Determinar las acciones inmediatas necesarias para salvaguardar el bienestar del grupo.

            3.         Comunicación Abierta y Empática: Establecer una comunicación clara, honesta y empática con el equipo. Reconocer la gravedad de la situación, ofrecer apoyo y estar disponibles para escuchar a los empleados.

.           4.         Humanizar los Protocolos: Aunque los procedimientos corporativos son fundamentales, es vital adaptarlos para incluir una dimensión humana, respetando las emociones y el tiempo que cada persona necesita para procesar lo sucedido.

           5.         Proveer Apoyo Emocional: Ofrecer recursos como acompañamiento psicológico, charlas grupales o sesiones de apoyo, para ayudar al equipo a gestionar el estrés y las emociones derivadas de la situación crítica.

          6.         Fomentar la Cohesión del Equipo: Promover un ambiente de solidaridad y apoyo mutuo, facilitando espacios para que los empleados expresen sus sentimientos y compartan sus experiencias.

            7.         Planificación y Seguimiento: Establecer un plan de acción tanto a corto como a largo plazo para gestionar la situación y monitorear continuamente el estado emocional del equipo.

Al seguir estos pasos, los líderes y responsables de RRHH pueden manejar de manera más efectiva una situación crítica, mitigando los efectos negativos tanto a nivel personal como grupal.