A medida que nos acercamos a los últimos meses del año, es común sentir un gran agotamiento. Muchos de las personas que veo comentan estar extremadamente cansadas con poca motivación y una productividad reducida. Este cansancio acumulado se debe en gran parte, al estrés que se va acumulando con el paso de los meses. La carga de responsabilidades, el ritmo acelerado constante, las escasas pausas y muchas veces un contexto de incertidumbre y tensión, hacen que nuestro cuerpo y mente se sientan sobrecargados.

En los últimos años, el ámbito laboral ha experimentado una transformación significativa. La naturaleza de las tareas, la organización de las actividades y el avance tecnológico han generado cambios que afectan a la sociedad en general y a los trabajadores en particular. Si bien estos cambios trajeron muchos beneficios como mayor bienestar y más flexibilidad también han dado lugar a nuevos problemas.

En una sociedad de servicios la actividad productiva se basa en el procesamiento de la información, por lo que el principal riesgo laboral ha dejado de ser el accidente físico, para pasar a ser el que afecta a las funciones mentales de los trabajadores. Surgen asi nuevas enfermedades como el estrés laboral, el burnout, y otros problemas relacionados con la salud mental.

Para contrarrestar estos efectos, y reducir parte del agotamiento que podemos estar sufriendo, es fundamental integrar a nuestras rutinas, momentos de descanso, y “cortes mentales. Aquí algunos consejos prácticos:

  1. Micro-pausas durante el día: Tomar breves descansos de 5 a 10 minutos cada hora puede reducir el cansancio mental y mejorar la concentración.
  2. Desconectar dispositivos: La sobrecarga digital contribuye al cansancio mental. Intentar alejarse de las pantallas durante ciertos momentos, especialmente antes de dormir, puede mejorar la calidad del descanso
  3. Establecer límites de trabajo y descanso: Mantener límites claros entre el tiempo de trabajo y el descanso es esencial para evitar el agotamiento. Desarrollar una rutina donde se definan horas para desconectar el trabajo o los estudios ayuda a recargar energías y mantener la motivación.
  4. Reflexionar sobre los logros: Muchas veces el cansancio se ve agravado por la falta de satisfacción, o por sentir que “nada es suficiente”. Tomarse un momento para reflexionar sobre los logros alcanzados a lo largo del año, grandes y pequeños, ayudan a recuperar la motivación.

Estás prácticas también pueden ser implementadas en las empresas promoviendo la concientización de las mismas, generando espacios específicos para el descanso mental, la relajación de breves minutos. Cuidar a los colaboradores a evitar el agotamiento y ayudarlos a enfrentar el fin de año con más energía y claridad, hoy es una necesidad. Recordemos que descansar no es solo una necesidad física, es también una herramienta clave para mantenernos motivados, productivos y emocionalmente equilibrados.

Lic. Adriana López

MN 23655