Si pensamos en cómo son los Millennials, muchas cosas nos pueden venir fácilmente a la cabeza: nativos digitales, golondrinas, cortoplacistas, emprendedores, independientes, etc.
¿Qué buscan estos jóvenes? ¿Qué priorizan a la hora de realizar una elección laboral, una búsqueda de trabajo?
Muchos empleadores se preguntan cómo retenerlos pero quizás no estamos enfocándonos en el lugar indicado. La pregunta que debemos hacernos no es esta; la permanencia es algo que ellos nunca van a buscar ni priorizar, no quieren sentirse atados a una empresa ni “hacer carrera” allí. Ellos quieren su propia carrera, tienen sus propios intereses, quieren disfrutar su vida hoy. No estamos más en época de post guerra, ahorrando, con miedo a perder todo: estamos en una época de mucho cambio, donde todo pasa más rápido de lo que podemos procesar. Si queremos entenderlos, debemos primero entender a la sociedad y la cultura que los rodean.
Hoy los millennials cierran negocios por WhatsApp; no van a tiendas, compran por internet; no llaman un remis, piden un Uber; no van a empresas dejando CVs impresos, suben su perfil a Linkedin y cargan el CV en plataformas web. Hoy en día los Millennials no se casan ni con el amor de su vida, ¿por qué se van a casar con una empresa? Si no quieren sentirse atados, ¿por qué se van a atar a su trabajo? Quien no siga el juego, queda fuera.
Debemos entender cómo son, a ellos los mueve la búsqueda de la felicidad como estado permanente y ven el trabajo como un medio para lograr independencia y autonomía. El empleo para ellos debe ser un espacio de aprendizaje y crecimiento personal que les permita realizar desafíos y disfrutar de las cosas buenas de la vida como viajar, conocer otros lugares y culturas, etc. Ya no piensan en trabajar 20 años en la misma compañía para poder tener unas vacaciones; buscan empresas que les ofrezcan posibilidades de tener experiencias en el exterior, o que les faciliten un MBA afuera. Están dispuestos a dejar ese sueldo fijo trabajando para alguien, y arriesgarse a un emprendimiento propio, o probar vivir y trabajar en otro país.
Como el trabajo es considerado un medio y no un fin, si no cumple con sus expectativas, tanto salariales como de desarrollo personal, buscarán rápidamente otras opciones laborales. Ya no existe “lealtad” hacia un empleador, la misma cultura “desechable” en la que vivimos ha permitido que nada ni nadie les impida buscar nuevos horizontes para cumplir sus metas y anhelos.
Es una realidad que los Millennials están dentro de todas las compañías, hace tiempo que ya son parte nuestra. Los estudios muestran que hasta un 50% de la población pertenece a este rango de edad. No tenemos opción, debemos aprender de sus fortalezas y optimismo, y tener en cuenta qué cosas son importantes para ellos: un balance equilibrado entre la vida laboral y personal; la posibilidad de capacitarse en el extranjero; objetivos que les permitan poder sentirse parte de los logros; un clima laboral amigable; convenios con instituciones recreativas; flexibilidad como home office; posibilidad de rotar en los cargos para aprender y ser un profesional íntegro; retribución de acuerdo con intereses y resultados.
¿Estamos listos para el cambio? Porque ellos, sí …
Lic. Emilia García Vozzi
Corregido por Marina Sanz