La necesidad de reconocer la carga del trabajo invisible para cuidar nuestra salud emocional

El día escolar de un niño no se trata solo de los trabajos físicos de levantarlo, llevarlo y recogerlo de la escuela. También se trata de la conciencia mental perpetua de los horarios, incluidos los días de salida más temprano, las citas con el médico, las citas para jugar, los eventos especiales, las excursiones, las fiestas de la clase, las ferias de ciencias, qué necesita llevar un día especial, etc.  La carga de administrar todas estas decisiones y tareas, puede hacer que uno se sienta abrumado y agotado.

La carga mental, es el esfuerzo cognitivo que realizamos en la gestión del trabajo, las relaciones, la familia y el hogar. Es el conjunto de los detalles que tenemos en cuenta a lo largo del día, todos los días. Tiene que ver tanto con las responsabilidades como con las decisiones que tenemos que tomar.

La carga mental, a veces denominada «trabajo de preocupación» no se trata de las tareas físicas sino de la supervisión de esas tareas. Corresponde a la persona que está a cargo de tener la lista interminable de cosas por hacer constantemente en su cabeza, de anticipar las necesidades, de recordar lo que hay que hacer y cuándo, de delegar todas las tareas a los miembros de la familia y asegurarse de que realmente se hagan. Generalmente esa carga mental suele recaer más en los hombros de las mujeres, en especial las madres.

Este trabajo mental a menudo pasa desapercibido para los demás, pero el estrés que genera produce un desgaste mental y emocional que afecta nuestra salud emocional.

El ocio, el descanso o la recreación que hacemos o nos imponemos no llega a cubrir, porque la bruma sigue existiendo y contamina el espacio que necesitamos como verdadera desconexión.

Ejemplos de carga mental en la vida cotidiana:

  • Recordar los cumpleaños de colegas, amigos y familiares y comprar regalos o celebrarlos de otra manera.
  • Orquestación de actividades en un equipo multifuncional y anticipación y manejo de obstáculos.
  • Organizar controles para ver si los miembros del equipo están al día con los proyectos.
  • Planificación de menús, hacer listas de compras, hacer compras de comestibles.
  • Programación de proveedores de servicios y pago de facturas.
  • Planificación de vacaciones en familia o con amigos.
  • Hacer un seguimiento de las tareas diarias relacionadas con la crianza. Esto incluye cosas como ropa y almuerzos, citas médicas, tareas escolares, actividades después de la escuela y reuniones para jugar, así como el bienestar emocional y el desarrollo de los niños.
  • Necesidad de pedir ayuda siempre a un colega o a tu pareja porque no se ofrecen como voluntarios ni hacen las cosas de forma proactiva.
  • Tener que ofrecer elogios o mantener el ego y el bienestar de un colega, líder o su pareja cuando están realizando las tareas del día a día.

Carga mental en el lugar de trabajo:

Asumir responsabilidades adicionales en el trabajo es algo que muchos de nosotros hacemos. Una de las razones de esto es que cuando trabajamos más de 40 horas a la semana, podemos aplicar nuestra dinámica familiar a nuestro lugar de trabajo.

En el lugar de trabajo, la carga mental es el esfuerzo cognitivo involucrado tanto en el manejo de nuestras responsabilidades, como en el trabajo extra y los deberes que asume . Este trabajo adicional ayuda a garantizar que el lugar de trabajo funcione sin problemas y que sus compañeros de trabajo estén contentos .

 Los ejemplos de carga mental en el lugar de trabajo incluyen:

  • Recordar a los colegas que se encarguen de las tareas esenciales.
  • La necesidad de elogiar a los colegas por hacer frente a las tareas necesarias.
  • Hacer el trabajo para programar reuniones, generar enlaces de videollamadas, reservar salas de reuniones, garantizar la asistencia y tomar notas.
  • Mantener la oficina abastecida con leche y café comunales.
  • Planificación de eventos después del trabajo, tarjetas de cumpleaños de colegas y el calendario social del equipo.
  • Edición y formato de los informes del equipo para hacerlos presentables antes de enviarlos a la gerencia.
  • Ser el primer miembro del equipo en romper el hielo en las reuniones o durante las llamadas de Zoom .

El problema de asumir responsabilidades adicionales que no forman parte de la descripción de su trabajo principal es que se suma a su carga mental existente. Podría dañar su salud y bienestar en general hasta el punto de agotarse.

Este trabajo mental de estar permanentemente preocupado por las tareas pendientes, las responsabilidades y las obligaciones que debemos cumplir, puede afectar nuestra salud emocional y nuestro bienestar. Esa tensión continua por la preocupación de no llegar con todo, nos genera un estrés constante, agobio y frustración. Si no logramos equilibrar y aliviar nuestra carga veremos afectada nuestra motivación, concentración, y por ende nuestra eficacia y productividad.

En nuestra experiencia profesional con empresas nos hemos encontrado con varios casos en los que personas mostraban agotamiento mental y emocional producto de esta carga mental. Pudimos observar que realizando algunas modificaciones lograban alivianar la carga y recuperar el estado de ánimo y el bienestar. Por tal motivo damos algunas sugerencias:

Realizar una planificación de las tareas, priorizando lo que es urgente de lo que no lo es.

Delegar a sus compañeros de trabajo o miembros de su familia no solo la tarea sino también la responsabilidad de las mismas.

No asumir más responsabilidades de las que podemos cargar. Aprender a decir que NO.

Encontrar tiempo para realizar actividades que nos den placer y priorizar nuestro descanso.

Mientras realizamos nuestras tareas mantener nuestra mente en el aquí y ahora, es decir manteniendo la concentración en la misma.

Para muchos es invisible hasta para ellos mismos.

Nota de: María Fernanda Ipata